Para los niños de preescolar es difícil comprender algunos temas sin visualizarlos; al ponerse el uniforme saben que van a la escuela y la pijama les recuerda que es hora de dormir, pero el concepto del tiempo para ellos sigue siendo cosa de instantes o una eternidad. Todo lo perciben, lo observan y lo sienten, ellos aprenden en la experiencia y sus acciones son la pauta que estructura sus días.
Crear vínculos a esa edad es lo más importante, se trata de unir, de relacionar lo que observan con nuevos descubrimientos que les otorguen un nuevo saber.
Más recursos significa más oportunidades de desarrollo. Los niños necesitan de mediadores que les ayuden a integrar el conocimiento y los juegos para niños conjuntan la alegría del juego con la didáctica: teoría y práctica de un tema. Por lo tanto los materiales educativos para preescolar son el mejor recurso para consoliodar sus aprendizajes porque materializan el conocimiento, ayudándoles a ejercitar las habilidades que ya tenían y a adquirir nuevas.
La orientadora tiene una función vital en este proceso del aprendizaje del niño, si bien los materiales didácticos facilitan la labor de organizar el trabajo en las áreas específicas que se quiere revisar y brindan formas de participación que permiten una dinámica en la que los niños se expresan, argumentan y ponen en práctica sus conocimientos; ella debe guiarlos con el fin de que ciertamente vinculen e integren los saberes, que es, lo más importante para que los futuros genios logren un óptimo desarrollo.